Réserve Naturelle Nationale de Carlaveyron

Instalada en un anfiteatro glaciar, la reserva natural de Carlaveyron es como un jardín acuático formado por arroyos, lagos, marismas, turberas y "gouilles", nombre local que designa a las pequeñas masas de agua.
La parte superior está reservada para los glaciares que dieron forma a la meseta.
La humedad y la altitud determinan el establecimiento de una flora específica y rara. Las turberas y las marismas bajas son especialmente el hogar de la esmeralda alpina, una libélula a la que le gustan las turberas de gran altitud donde crecen la drosera, el carrizo de hoja estrecha o la juncia de Magallanes, una rareza vegetal presente en Francia solo en Saboya y Alta Saboya. Es también el territorio de la rana común y del tritón alpino que, durante el período de reproducción, viste su librea nupcial, un vientre rojo fuego y regresa a su estanque para un desove bienal.
El sector Vogealle es propicio para la presencia del urogallo negro al que le gustan los mosaicos de ambientes donde se suceden páramos de arándanos, rododendros y céspedes alpinos secos. Cuando hace buen tiempo, las cabras montesas y las gamuzas se dan un festín con los arándanos y beben del lago Aiguillette.
En la extensión de la reserva natural de Aiguilles Rouges, en el flanco noroeste, el bosque de hayas y abetos de las gargantas de Diosaz alberga especies raras y en peligro de extinción. Es en las simas húmedas, los barrancos umbríos y los gneis cubiertos de musgo donde el lince convive con el urogallo, el águila real y el pájaro carpintero de tres dedos.
Este paraje de media y alta montaña es una auténtica joya que ofrece naturaleza virgen para descubrir durante todo el año.

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